Vivimos en un mundo inalámbrico. Excepto que no. Claro, podemos enviar grandes cantidades de información a través de las ondas de radio, pero los dispositivos capaces de enviar y recibir están atados a cables de alimentación. Las baterías permiten cierta libertad, pero, finalmente, todos tenemos que volver a la cara familiar de la toma de corriente.
¿Qué pasa si no lo hicimos? ¿Qué pasa si podemos cargar en cualquier lugar, en cualquier momento? Esta es la promesa de la carga inalámbrica, un concepto que parece arrancado de la ciencia ficción. Pero no es real, y está disponible hoy. Miremos la realidad y veamos qué puede y qué no puede lograr esta tecnología.
Cómo funciona la carga inalámbrica
El término "carga inalámbrica" generalmente se refiere a la carga inductiva. Esta tecnología utiliza una estación de carga que crea un campo magnético alterno. Un dispositivo con la bobina de inducción adecuada recibirá energía de ese campo cuando se coloque cerca, lo que le permitirá recibir energía sin una conexión física.
Los cepillos de dientes inalámbricos y otros dispositivos de baño han utilizado la carga inductiva durante mucho tiempo. Tradicionalmente, la tecnología ha tenido problemas con baja eficiencia y carga lenta, pero estos no se consideraron una desventaja para los aparatos de baño que podrían usarse solo unos minutos cada día. Usar la carga inductiva es más seguro, porque el material conductor no está expuesto. Tócalo con una mano húmeda? No hay problema.
La carga inductiva no es mágica. Necesita hardware específico para funcionar, y ese hardware debe estar integrado en un dispositivo. La mayoría de los dispositivos no tienen bobinas de carga inductiva incorporadas, por lo que se debe conectar un manguito o adaptador para permitir la carga inductiva.
Las desventajas de la carga inductiva
La carga inductiva depende de campos magnéticos. Estos pueden ser fuertes pero a menudo tienen un corto rango de efecto a menos que haya una fuente increíble de magnetismo disponible (la Tierra tiene un campo magnético solo porque también tiene un enorme núcleo de metal fundido). Las pequeñas estaciones de carga inductiva no son diferentes.
Usemos un cepillo de dientes inalámbrico como ejemplo. Lo colocas en el soporte y se carga. Sin embargo, el contacto entre su cepillo de dientes y el soporte no es responsable de la carga. Simplemente parece así porque el campo utilizado para cargar el cepillo de dientes es tan débil que su alcance se mide mejor en milímetros.
La velocidad y la eficiencia de la carga también siguen siendo un problema. Intentar cargar un dispositivo usando la carga de inducción simplemente no es tan eficiente como una conexión física directa.
Y luego está la bobina inductiva. Aunque pequeño y cada vez más pequeño, sigue siendo una pieza considerable de kit en relación con el espacio disponible en un teléfono inteligente, tableta o ultrabook moderno. Este es un problema que disminuirá con el tiempo pero es relevante para los dispositivos actuales.
La carga inalámbrica llega al mercado masivo
La falta de un estándar común es otra razón por la cual la carga inalámbrica nunca ganó mucha tracción en la electrónica de consumo. No hace mucho tiempo que la mayoría de los dispositivos aún dependían de cables Ethernet para datos y la banda ancha móvil estaba restringida a velocidades ridículamente lentas. La carga inalámbrica no parecía importante antes de las comunicaciones inalámbricas.
Eso ha cambiado gracias al Wireless Power Consortium y su estándar Qi (pronunciado "chee"). WPC es una organización de la industria patrocinada por varias compañías que buscan un estándar para la carga inalámbrica. Sus miembros incluyen todos los grandes nombres en el mercado móvil además de Apple.
Hablé de Qi Wireless después de asistir a CES 2012. Pude ver una serie de prototipos en funcionamiento, así como productos existentes que usaban carga inalámbrica. Estos prototipos y soluciones de nicho ahora se están convirtiendo en una realidad son los productos del mercado masivo. Nokia, por ejemplo, anunció recientemente que el nuevo Lumia 920 tendrá carga inalámbrica incorporada. El menos costoso Lumia 820 tendrá un caparazón opcional que habilita la tecnología.
Está claro que hay un futuro para la carga inalámbrica. Existe una gran cantidad de apoyo de la industria detrás de WPC y un deseo de llevar la característica al mercado. Es probable que veamos un número de dispositivos adicionales con carga inalámbrica anunciados este año y el próximo.
El futuro de la carga inalámbrica
La carga inductiva actual puede ser conveniente, pero la falta de alcance es un problema. Disminuye la tecnología para una conveniencia en lugar de una revolución.
¿Esto cambiará? Tal vez. Se han realizado muchas investigaciones sobre el potencial de la energía inalámbrica de largo alcance y se han utilizado muchas tecnologías diferentes para lograrlo. Lásers, microondas y variantes más potentes de carga inductiva han podido lograr distancias de transmisión más largas. Las desventajas han obstaculizado la adopción generalizada. Disparar con un láser utilizado para la transferencia de energía inalámbrica, por ejemplo, podría resultar en un pie vaporizado.
Es difícil decir de dónde vendrá un avance en este campo. Apple es un candidato porque la compañía ha patentado un dispositivo que supuestamente puede alimentar dispositivos a distancias de hasta un metro. El consorcio de energía inalámbrica también busca continuamente mejores opciones. Y luego está Intel, que recientemente anunció que está trabajando con Integrated Device Technology en un dispositivo magnético que se colocaría en una computadora portátil y entregaría energía a teléfonos inteligentes y periféricos cercanos.
O un avance podría venir de una pequeña empresa de ingeniería que apenas se conoce. Este es un problema técnico difícil que requerirá tanto pensamiento creativo como conocimientos de ingeniería significativos para resolver. Una corporación importante puede no ser la primera en encontrar una solución.
Conclusión
La carga inalámbrica tiene un gran potencial. Esta es la razón por la cual la gente ha estado trabajando en ello durante más de un siglo. Si pudiéramos mover la energía sin cables, podríamos reconsiderar no solo los productos electrónicos de consumo sino también la infraestructura utilizada por toda la raza humana.
Por desgracia, aún no hemos llegado, pero se agradece el renovado interés en este campo por los productos electrónicos de consumo. Tal vez la búsqueda eterna de la interminable conveniencia finalmente puede romper esta tecnología de par en par.